Del 29 de marzo al 5 de abril se presentará por tercera ocasión consecutiva en diversos recintos de la Ciudad de México el séptimo Festival Internacional Titerías, en el que participaran seis compañías nacionales y cinco internacionales con el propósito de relatar historias a través de títeres de mesa, animación directa, marionetas de hilo, títeres de papel y objetos animados.
El Teatro de la Ciudad fue el espacio designado para la rueda de prensa en la cual Manuel Zepeda, subdirector del Circuito de Festivales, mencionó la labor de las delegaciones de llevar gratuitamente el quehacer titiritero fuera de los teatros, garantizando los requerimientos de cada compañía, “queremos descentralizar la cultura para acercar este tipo de espectáculos a gente que no tiene ni siquiera el conocimiento de que existen”, agregó.
La mesa presidida por Lucio Espíndola, Director Internacional de Titerías; la directora de la Fundación Titerías, Lourdes Pérez Gay; Nina Serratos, Coordinadora del Sistema de Teatros de la Ciudad de México y el Coordinador Nacional de Teatros por el INBA, Juan Meliá detallaron cada una de las representaciones teatrales, y técnicas que se usarán en cada puesta en escena.
Remarcando principal mente la muestra de Fernán Cardama, que en esta ocasión nos trae la Vuelta al mundo en 80 días, obra presente por segunda vez en el FIT, “no se lo pueden perder, es una joya del montaje unipersonal de títeres”, opinó la fundadora del festival, Lourdes Pérez Gay.
Ofrecer un personaje clásico de la literatura para niños, pero en una situación no vivida, es como describe el director internacional de Titerías, a uno de los retos que se manifiestan en la dramaturgia para niños, como es el caso de ¡Que viene el lobo!, El oso que no lo era y Los tres cochinitos; el segundo desafío será exhibir obras que, como detalló Pérez Gay, traten a los niños como seres humanos inteligentes y toquen temas que realmente les interesen, tal sería el caso de Pingüín y Lágrimas de agua dulce. Cóyolim y la segua roja tienen como objetivo resaltar las leyendas mexicanas, al igual que Panteón de fiesta.
Parte de los proyectos conjuntos a Titerías serán talleres y actividades complementarias, como Poquitíteres, un foro en el que se presentaran fragmentos de obras en proceso para obtener opiniones de sus colegas, las cuales serán guiadas por los mismos artistas en un afán de crear un ambiente de acercamiento entre titiriteros y público en general.
Finalmente se buscará crear vínculos con otros países a través de la Unión Internacional de Marionetas (UNIMA) teniendo una serie de encuentros con el Secretario General, Jacques Trudeau y el presidente de UNIMA Norteamérica, Manuel Morán quien mencionó que el propósito es que a través de estas autoridades, se puedan crear vía para que titiriteros mexicanos puedan salir del país a presentar su trabajo.
Dado que no es fácil para los titiriteros llevar a cabo una campaña publicitaria, Lucio Espíndola agradeció a los medios por servir como promotores de la exhibición y acercar al público. Respecto a los guiones y el mensaje que dan a los niños, la fundadora del FIT aclaró que la violencia se combate con cultura y que las compañías tiene libertad en historias, puesto que lo que se busca es calidad.
El festival penetrará algunos de los escenarios más importantes de la capital, entre los que destacan el Teatro Benito Juárez, el Sergio Magaña y el Teatro Orientación los cuales albergarán el arte y majestuosidad de los hilos y las marionetas.
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